Al buscar información sobre nuevas tecnologías en el mundo de la genética no es infrecuente encontrarse con frases como “Se emplearon modelos murinos…” o “empleando ratones como modelos de prueba…”. Es común incluso ver en los dibujos animados que este siempre es el modelo de preferencia empleado por investigadores a nivel mundial.
¿Pero, por qué ratones? La respuesta es muy sencilla. Los ratones son animales relativamente fáciles de cuidar y generan progenie con gran rapidez, esto permite observar generaciones sucesivas en intervalos cortos de tiempo, facilitando la evaluación de características genéticas heredables.
De igual manera la esperanza de vida de un ratón es corta (1 a 3 años) por lo que son apreciables todos los estadios de vida de estos pequeños animales en poco tiempo, y gracias al amplio estudio del genoma de los ratones y la similitud de sus tejidos con los humanos son un modelo adecuado para evaluar posibles terapias que luego sean adaptadas a nosotros.
Es por estas razones que en el laboratorio de genética (Y biología molecular en general) el modelo previo a estudios humanos por excelencia es el del ratón. Estas criaturas son tan importantes para el desarrollo de nuevas terapias y el entendimiento de la biología en general que en la Academia de Ciencias Rusa ubicada en la ciudad de Novosibirsk, Siberia existe un monumento al Ratón de Laboratorio (Evidenciado en la imagen de nuestra publicación), para honrar a estos adorables animalitos.