Muchas veces en el capo de la genética se escucha el término “Muerte Celular Programada”, “Suicidio Celular” o “Apoptosis”, si bien esto es un nombre que pareciera acarrear malas noticias en realidad esto es un proceso completamente natural y que ocurre millones de veces al día en el cuerpo humano.

El ser humano está formado de células las cuales están en constante división (para procesos de crecimiento, mantenimiento corporal y regeneración), nuestro organismo debe tener un control total sobre este proceso para evitar crecimiento desmedido de células las cuales puedan entorpecer procesos fisiológicos. Cuando una célula empieza a presentar este tipo de conducta se activan señales fisiológicas las cuales activan el proceso de apoptosis y la célula es eliminada antes de que se pueda generar algún daño en el organismo. Esto pasa igualmente cuando una célula lleva demasiado tiempo dividiéndose (Está muy vieja) y se corre el riesgo de perder información genética por una mala división celular (La senescencia celular entorpece los procesos de división normales). 

Cuando este proceso falla ya sea por mutaciones, influencia del ambiente u otra situación, las células empiezan a exhibir una conducta de crecimiento desmedido la cual eventualmente deriva en la aparición de tumores conllevando a su vez al desarrollo de cáncer. Esta es tan sólo una de las razones por las cuales este proceso es vital para el funcionamiento correcto del cuerpo humano y razón por la cual gran cantidad de investigadores dedican su vida profesional al desarrollo de terapias que restituyan esta función en las células cancerígenas.

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